Tsutomu Yamaguchi es hasta el momento la única persona conocida que sufrió y sobrevivió a los los ataques atómicos de Hiroshima y Nagasaki.
Yamaguchi trabajaba diseñando barcos petroleros en la empresa Mitsubishi Heavy Industries. Una mañana fue enviado a Hiroshima. El 6 de agosto de 1945, se disponía a regresar a su casa de Nagasaki . Se había levantado temprano, para hacer las maletas. Lo recogió todo y se dirigió a buscar el tren. Sin embargo, antes de llegar a la estación se dio cuenta que se había olvidado su sello personal y regresó a buscarlo.
Yamaguchi trabajaba diseñando barcos petroleros en la empresa Mitsubishi Heavy Industries. Una mañana fue enviado a Hiroshima. El 6 de agosto de 1945, se disponía a regresar a su casa de Nagasaki . Se había levantado temprano, para hacer las maletas. Lo recogió todo y se dirigió a buscar el tren. Sin embargo, antes de llegar a la estación se dio cuenta que se había olvidado su sello personal y regresó a buscarlo.
Mientras volvía tras sus pasos, oyó el ruido de los motores de un avión. Era el bombardero B-29 estadounidense Enola Gay.
Segundos después, Yamaguchi era arrojado al suelo por la temible fuerza de la explosión de Little Boy, la primera bomba atómica. Murieron 140.000 personas, la mayoría aquella mañana, otras tiempo después, debido a las terribles heridas sufridas culpa de la radiación. Yamaguchi, sin embargo, sobrevivió. Tras pasar la noche en un refugio antiaéreo, donde recibió una primera cura de urgencia, optó por regresar a su casa.
El día después de que los 13 kilotones destruyeran Hiroshima, Tsutomu Yamaguchi, con graves quemaduras en su cuerpo, se presentó en su puesto de trabajo en Nagasaki, otra importante base militar japonesa. Lo que no se podía imaginar era que cuarenta y ocho horas más tarde, otro B-29 estadounidense, esta vez el Bockscar, arrojaría otra bomba nuclear sobre su ciudad. En esta ocasión, Fat Man, como la bautizaron en Estados Unidos, con el doble de potencia que Little Boy, acabó con la vida de 70.000 personas.
Aquel día, Yamaguchi estaba con su familia. Herido y maltrecho, pero junto a su mujer y su hijo recién nacido. Sobrevivieron los tres. Pasaron una semana encerrados en un refugio antiaéreo cercano a lo que hasta entonces había sido su casa antes de decidirse a salir a la superficie. Era consciente de la destrucción que había provocado la primera bomba en Hiroshima y sabía que esta había causado el mismo o mayor daño aún.
Yamaguchi tiene ahora 93 años y goza de una relativa buena salud. Se siente orgulloso de ser el único superviviente oficial de las dos bombas atómicas arrojadas sobre Japón. "Mi doble exposición a la radiación es ahora un registro oficial gubernamental. Puede servir, incluso después de mi muerte, para que las jóvenes generaciones conozcan la horrible historia de los bombardeos atómicos", declaró al diario japonés Mainichi.
Fuente: La Vanguardia.
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