Botando barcos

Botar barcos puede parecer una tarea fácil y cotidiana durante la vida laboral de una barco de cualquier dimensión. Resulta increíble ver como estas moles de acero sucumben en el agua con plena facilidad sin sufrir daño alguno:







Sorprendente, ¿verdad? El problema es que en ocasiones el resultado no es tan satisfactorio como se pensaba y surgen problemas inesperados durante la botadura, como por ejemplo mojar al público expectante:


Podría parecer más sencillo botarlos de popa pero en la realidad es igual o más peligroso que realizarlo lateralmente:




Inspirado gracias a fogonazos.

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