Gracias al clima desértico, de suelo altamente alcalino y seco, los aviones se conservan mejor durante el paso de los años. Los aviones están protegidos en sus partes sensibles por una especie de "sábanas" blancas, con la misión de impedir que el abrasivo aire del desierto dañe sus circuitos y partes más vulneables.
Una vez llegan aquí son situados de una forma ordenada para su almacenaje. El AMARC consta de unas inmensas instalaciones, almacenes y un museo. A los turistas que acuden al lugar, se les recomienda pasar 2 días como mínimo para poder verlo todo. Esto nos sirve para hacernos una idea de las grandes dimensiones del lugar.
En total son más de 4.200 aviones que provienen de la Fuerza Aérea, de la Marina, el ejército, la Nasa etc.
Estos aviones jubilados pueden tener dos finales: algunos son reclamados para volver a volar y otros son desmilitarizados y, tarde o temprano, pasan por The Executioner, una enorme guillotina que los destruye.
En el siguiente vídeo podemos observar un breve tour por las instalaciones:
No olvides hacer clic en las fotografías para ampliarlas.
Échale un ojo a vista de pájaro.
Parte de la información está extraida de microsiervos.
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